domingo, 9 de octubre de 2011

MIS DESAYUNOS

El desayuno es la comida más importante del día y nos empeñamos, los argentinos, en no darle importancia, por eso estamos cansados y con hambre a cada rato, como si las voces internas de un cuerpo gritaran por "nutrientes". Es poco inteligente levantarnos e iniciar la jornada de trabajo dándole a nuestro organismo un desayuno frugal y pobre luego de tantas horas sin comer. Yo aprendí a alimentarme bien y nutritivo por las mañanas antes de encarar la vida y los resultados son extraordinarios: no me dan ataques de hambre a media mañana, tengo energía a corto y a largo plazo, el cuerpo no me pide comer a cada rato, estoy más lúcida y de mejor humor. Además no como cualquier cosa, me ocupo que sea nutritivo, que alimente mis tejidos además de aportarme energía. No elijo como única variable que sea "rico", aprendí a comer lo que es bueno para mi organismo y que con el tiempo se reeduca la percepción de lo que sabe a rico, entonces algo que se percibe insípido lo llegas a percibir riquísimo con la repetición del habito. Trato de ser creativa y de no estructurarme a las viejas costumbres de lo que debes comer en un desayuno. Mis desayunos son más importantes  y copiosos que un almuerzo. Incorporo: frutas frescas, nueces y almendras, claras de huevo, tofu, semillas de girasol, pan multicereal, miel, palta, y alguna que otra verdura. Las frutas de distintos colores me aportan vitaminas, agua, energía, minerales: las nueces y almendras me aportan grasa vegetal, fibra, minerales: las claras me aportan aminoácidos esenciales para mis músculos, el queso de soja me aporta mucho calcio para mis huesos y NO TIENE GRASA ANIMAL: la palta y las verduras me aportan más minerales, vitaminas y fibras: la miel me aporta energía sin agregados de conservantes, además de  nutrientes. También tomo mate con yuyos y cascarita de naranja. Yo se que parece mucho, pero así no tengo ataques de hambre, me siento bien todo el día y puedo controlar mi ansiedad y comer menos en las siguientes comidas. Desayuno como reina, almuerzo como princesa y ceno como mendigo, bueno, en realidad prefiero almorzar como mendigo y cenar como princesa. Prueben a desayunar bien y luego me cuentan, desayunar poco no las ayuda a comer menos y ser más delgadas, desayunen bien y controlarán mejor la ansiedad y a comer menos en el resto del día. 

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