domingo, 27 de mayo de 2012

Uno de mis mejores tips para comer sano y no engordar es: "la regla de 1 cuarto y 3 cuartos"
ALMUERZOS Y CENAS: primero decido qué voy a comer entre pastas, arroz, carne roja, pollo, pescado, legumbres o huevos. Luego divido el plato en 4, a un cuarto lo ocupo con el producto elegido, supongamos que es pasta. Finalmente, a los tres cuartos del plato restantes, le agrego verduras de varios colores crudas o cocidas. Siguiendo con el ejemplo, tomo las verduras que tenga, si son para cocinar las cocino las corto en tiras cortas y las mezclo con la pasta, cocidas a parte, respetando las proporciones antes mencionadas. No uso queso, ni sal. Disfruto de los sabores al natural. Uso pimienta y hiervas frescas con un poquito de oliva.
Y así hago con cualquiera de los productos mencionados al inicio, nunca los junto entre sí y siempre los mezclo con verduras cocidas o crudas en las proporciones descriptas: 1 cuarto por 3 cuartos.
No tomo gaseosas ni bebidas saborizadas industrialmente de ningún tipo, ni siquiera light. Bebo agua, soda, limonada sin azúcar ni edulcorante o jugos naturales en raras ocasiones.
Si quiero agrego un pan chico común o una rodaja de pan integral amasado al agua. Nunca como galletitas, estas tienen conservantes, grasa, sal, etc.
No repito, siempre me sirvo abundante para evitar el "el manoteo".
Para un almuerzo rápido suelo hacerme un rico sandwich de verduras solas. Con verduras cocidas y crudas, con las que tenga, le agrego una aceituna fileteada para darle sabor y oliva.
No como postre, tomo un café o cortado. Si estoy tentada de algo dulce como un postre natural improvisado con lo que tenga como mis bolitas de avena fina, nuez, pasa, semillas y miel: o media ciruela madura o medio  higo con un pompón de ricota y una gota de miel, etc. 
DESAYUNOS: mis desayunos son importantes. Me aseguro comer productos que me den energía a corto, mediano y largo plazo. Respeto la regla de 1 cuarto y 3 cuartos así: los 3 cuartos los cubro con dos frutas distintas, que las puedo combinar con frescas y secas hidratadas en agua como ciruelas, higos, damascos, etc, al cuarto lo cubro con: una rodaja de pan integral amasado al agua fresco (no industrial), lo pincelo con miel y le pongo 5 frutas secas (almendras, nueces y pasas), semillas de zapallo, chía, etc. y agrego una clara de huevo cocida en la teflón, la pongo sobre ese pan o sobre media palta chica o como quiera. En una tacita pongo una cucharadita de polen, otra de avena fina y lo hidrato con una cucharada de leche tibia y así lo tomo. Y mi infaltable mate amargo.
¿MERIENDA?, no la necesito porque desayuno bien, almuerzo tarde y ceno. 
Consumo pocos  lácteos, mis elegidos son: la ricota descremada, leche descremada, y en poca cantidad, el famoso calcio lo adquiero de mi gran variedad de frutas cecas, semillas, verduras y frutas que consumo por día. Me gusta ser creativa con las recetas y la gran variedad que la naturaleza nos regala. 
Tomo mucho te de tilo, manzanilla, cedrón, etc. durante todo el día. En mi trabajo siempre tengo un termo a disposición, es una manera de beber agua y sentirme relajada.
Ya les iré escribiendo mis recetas simples, nutritivas, y dietéticas.
Verónica Lercari

domingo, 6 de mayo de 2012

RECETA CASERA PARA LA BELLEZA Y JUVENTUD DE TU PIEL Y CABELLO



    
La miel, "oro líquido", es usada desde tiempos remotos a la hora de curar y embellecer por sus extraordinarias propiedades. Siendo modestos podríamos decir que la dulce miel, además de rica, es: astringente, suavizante, antimicrobiana, cicatrizante, antiséptica, tonificante, limpia, etc. Por ello no deberíamos desperdiciar tantos beneficios y limitarla sólo para el paladar. Aquí van mis dos recetas:
MASCARILLA PARA EL ROSTRO: te pincelas el rostro con una fina capa de miel y la dejas actuar 30 minutos, si está muy dura ponele unas gotitas de agua tibia. Finalizado el tiempo te aplicas azúcar sobre la miel del rostro, te mojas las manos con agua tibia y te haces masajes en redondo suavemente para quitar células muertas y limpiar bien la piel, te enjuagas con agua tibia y te colocas tu crema preferida. Verás lo traslúcida, suave, limpia y tersa que queda tu piel.
CREMA DE MIEL PARA EL CABELLO: colocas en una tacita  una cucharada de crema de enjuague y una de miel, lo revuelves hasta que quede homogéneo. Te lavas el cabello y con éste aún húmedo te colocas el baño de crema y lo dejas actuar 30 minutos. Luego enjuagas con agua tibia y listo. Te secas y te peinas y verás lo brillante y suave que queda.
Hazlo y cuéntame tu experiencia.
Verónica Lercari