viernes, 6 de abril de 2012

LA COLUMNA, un sitio donde el abuso quirúrgico está a la órden del día

No dejo de asombrarme al ver con qué facilidad se induce a un paciente a operarse la columna, pero como conozco las causas de que tantos cirujanos inescrupulosos, amantes del dinero más que de la verdad, encuentren un público tan fácil de engañar, es que quiero compartir esto contigo. La mejor manera de hacer correr una verdad es decirla. Hay patologías que son operables como única opción, pero cuando la mala postura, o sea, la manera viciosa o inadecuada de pararse, sentarse, caminar, moverse, de una persona es la causante de generar un desequilibrio articular que sobrelleva al dolor y a un riesgo grave, la peor opción es operar, en estos casos hay que dessandar el camino reeducando la postura de esa persona. Si un cuerpo se tuerce y presiona en un punto en particular ¿qué ganamos con "fijar" o "reducir" o "anular" a ese punto o segmento?, yo te lo contesto: ganamos que el cuerpo siga presionando y dañando en otro punto vecino ya que nadie se ocupó de enderezarlo en su globalidad. Por ejemplo: ¿qué tal si te tuerces porque tienes una pierna más corta que otra, o porque tienes la costumbre de pararte siempre sobre la misma pierna y sacando la cola?, ¿crees que operando el segmento que duele se van a alinear las piernas o te cambiará la costumbre de pararte mal?: NO, y el mecanismo que causó tu problema seguirá actuando en tu cuerpo y causará otro daño similar o lo que es peor, empeorará el sector operado. Si te estás por operar la columna no entregues tu cuerpo a esa única opinión, exige que te expliquen las "causas" de tu problema, porque si éstas son posturales o mecánicas, es decir, producto del mecanismo de cómo te mueves, entonces el camino es un buen o buena kinesióloga especialista en reeducación postural y no el cirujano. Recuerda que "el conocimiento es poder", si no conoces lo que te pasa y por qué, entonces eres carnada fácil para pescadores inescrupulosos.

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