martes, 2 de noviembre de 2010

¡Y BUENO, ES LA MENOPAUSIA!

Cuando escucho esta frase tan hecha me produce un sentimiento de rebeldía profundo y ¡ME ENOJA!. Lo mismo me sucede cuando escucho: “yo era delgadita pero después de ser mamá quedé gorda”. Es como si les borraran la memoria relacionada a lo que comen. Parece ser que no están dispuestas o mejor dicho: no están programadas para VER y RECONOCER lo mal que comen, en calidad, cantidad y frecuencia diaria. Entonces, desde hace siglos, fueron elaborando, amasando, aceptando e incorporando que los embarazos y la menopausia ENGORDAN como un fenómeno ajeno a lo que comas, viene a ser una especie de desgracia hormonal. Y lo que es aún peor, es que muchos médicos han avalado estos conceptos por siempre, y yo creo que lo hacen porque es más fácil eso a enfrentarse a un ejército ininterminable de mujeres dispuestas a cualquier cosa MENOS a DEJAR de COMER, inclusive a aceptar una mentira tan grande como que la menopausia engorda hagas los esfuerzos que hagas. Esto les da el PERMISO perfecto para seguir comiendo.
Pues la menopausia ¡NO ENGORDA!. Pero, claro que para evitar y/o modificar ese triste destino  tenés que comprender el fenómeno que te llevó a estar gorda y estar dispuesta a modificar los hábitos alimenticios, y el primer paso es DEJAR de ENGAÑARTE con ese discurso de que comes POCO y SANITO, ya que deberás enfrentar una realidad que tal vez te asuste un poco.
¿Por qué llegamos a la menopausia con un cuerpo que empieza a enrosarse si comemos igual que siempre y antes no engordábamos y ahora si?, bueno, yo tengo mis teorías, que para comprenderlas tenés que conocer algunos fenómenos de fisiología como:
1.    El cuerpo físico y orgánico necesita fabricar moléculas de alto poder energético para moverse. Esa molécula de ATP la fabrica de la transformación de las moléculas de lo que comés, por eso es que MOVERSE ADELGAZA, PERO aquí hay un SECRETO, y es que al metabolismo le es más fácil fabricarlas usando moléculas de GLUCOSA, que provienen de los vegetales (frutas y verduras), granos (harinas), legumbres (soja, porotos, garbanzos, etc.), miel, leche, etc., y no de las proteínas (carnes y derivados), ni de los ácidos grasos (grasas). Entonces desde aquí ya podemos concluir que a la hora de hacer una dieta NO SOLO HAY QUE CONTAR EL VALOR ENERGÉTICO (calorías) que tiene un alimento, sino tener en cuenta que el laboratorio interno va a hacer su propia selección de lo que comiste para elaborar sus moléculas de energía. Quiere decir que si comiste un poco de todo usará la glucosa y a las grasas las irá guardando como reserva, hasta que llega un momento en que la reserva es del tamaño de todos los quilos que te sobran, como resultado de guardar y guardar pequeñas cantidades durante años.
2.    Claro que el organismo usa las grasas para fabricar moléculas de energía cuando comés pocos alimentos con glucosa, cosa muy difícil, y cuando tenés una hiper movilidad o actividad deportiva importante. Pero por lo general este último aspecto sucede en la juventud o primera juventud, o sea que nos empezamos a MOVER MENOS con el paso de los años, esto favorece engordar más COMIENDO IGUAL, y así es que llegamos a la edad de la menopausia con más kilos. ¡PERO NO ES LA MENOPAUSIA!, es que NO AJUSTAMOS la calidad de lo que comemos en función a la disminución de movimiento gradual que hicimos en años. También es verdad que NADIE nos INFORMA de esto, con lo cual es lógico que asociemos a la menopausia con un momento de la vida que nos hace engordar, en lugar de comprender que ese engorde es la resultante de lo expuesto.
La buena noticia es que ahora VOS PODES ser delgada y sana a la edad que sea. No dejes de comer, aprende a comer más verduras, frutas, incluye las legumbres, carnes magras y elige los productos lácteos que te aporten calcio pero que sean bajos en grasas. No comas postres, ni galletas, ni alfajores, ni masas, ni facturas, ya que toda la repostería y las galletas tienen grasa, no comas fiambres, ni embutidos, no comas chocolates, ni dulce de leche, etc. Leé bien las etiquetas de todo lo que comprás y elije siempre aquellos productos que no tengan grasas, y si es inevitable como la leche o un yogurt o un queso, elige siempre el que menos grasa tenga. Pero no elijas comer galletas en lugar de pan, ya que el pan común fresco no tiene grasa y las galletas sí. ¡Ojo con los panes lactales o que vienen embolsados, porque les ponen grasa para conservarlos. Siempre es mejor el pan común amasado con agua. Las galletitas diet o de agua tienen prensa pero además de agua tienen grasa, vos leé las etiquetas y no te dejes engañar con la publicidad, a la industria alimenticia no le importa ni tu salud ni tu gordura, ellos saben lo que necesitamos escuchar de un producto y nos lo venden con ese discurso, y aunque nos estafen apoyados en nuestra ignorancia no les importa mientras seamos negocio.

                                                                                  Verónica Lercari