sábado, 21 de enero de 2017

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL, UN FRENO DIFICIL DE SOLTAR

Poco tiempo estuve sola, siempre busqué estar en pareja, pero a la distancia y con más de medio siglo de experiencia, me doy cuenta que he brillado más en dos situaciones claras: cuando estuve sola y en los mejores momentos del amor. Pero cuando el otro amenaza en quitarme su amor, el mundo se viene abajo para mi, la luz se apaga y me siento morir. Y no hablo solo de hombres, me pasa con los afectos más queridos, como con mis hijos. Ellos saben muy bien donde lastimarme, conocen mi vulnerabilidad: "el afecto", y ahí me balean cuando quieren lastimarme. ¡Y vaya que duele!
Las personas nos parecemos a los perros, o ellos a nosotros, no se, pero somos afectivos dependientes. Necesitamos apoyarnos en la aprobación de otros para seguir caminando. Por eso, cada vez que el cariño del otro se ve amenazado, me concentro mucho en mí, así recuerdo que soy valiosa y que lo vengo siendo desde antes que esa persona me ame. Encontrarme con mi propio amor hacia mí misma es como un salvavidas en medio del mar, no se si alcanzará para llegar a la costa, pero que me da un alivio, pues sí, me lo da.
Nos volvimos vulnerables al amor del otro, por eso vivimos con miedo, en duelo eterno y frenando nuestras vidas a la espera del desenojo del otro o del perdón por un daño que ni siquiera estamos seguros de haber cometido.
Ahora lo veo claro, pero antes no. Cuando alguien desea alejarse nos culpa, de esa forma le duele menos. Siempre es mas fácil abandonar al villano, de lo contrario el villano se vuelve uno y eso es insoportable. Por eso te digo: no te dejes enredar entre palabras crueles, tú no eres eso, eso es lo que el otro necesita que seas para poder alejarse de ti, ¿comprendes?. Hazte a un lado, vuelve recordar quién eres antes de esa persona, aléjate de la escena y haz algo que te satisfaga solo a ti. Tu vales por lo que eres y no por lo que el otro siente por ti, recuérdalo siempre.

CAMINAR POR LA VIDA, UNA AVENTURA PELIGROSA

A la mayoría de la gente le gusta "ir sobre seguro". Lo cual le quita "riesgos" a la vida, pero le agrega "aburrimiento". Imagino ir por una ruta de asfalto en medio de un gran paisaje, con montañas y bosques. Lo seguro es ir dentro de un auto y mirar al paisaje, lo que no hace que conozcamos verdaderamente el lugar. En cambio, están los que se atreven y prefieren bajarse del auto y tomar senderos hacia dentro del paisaje, así poder vivirlo y conocerlo de veras. Sí, ya se: bajarse es peligroso. Pero es solo una metáfora. En la vida hacemos lo mismo, con tal de no perder lo poquito que tenemos no nos arriesgamos.
El paisaje representa nuestros proyectos, nuestros sueños, aquella vida en la que verdaderamente queremos estar. Aquella que solo se vive avanzando hacia ella, con todos los riesgos que implica AVANZAR SOBRE LO INCIERTO.
Preferimos quedarnos dentro del pobre y limitado confort de un auto pequeño, frente a tanta magnificencia,
Me pregunto: ¿Por qué nos detenemos?, ¿Por qué no corremos en busca de nuestros sueños?, ¿de esa vida que tanto deseamos?. ¿Por miedo a equivocarnos, tal vez?. ¡Y qué importa!. Nadie avanza hacia su propio éxito sin equivocarse. La equivocación es la voz que nos dice: "por aquí no, ve por allá". Yo te recomiendo que cada día digas bien fuerte y con orgullo:
¡SÍ, ME EQUIVOCO Y QUÉ!
Repítelo dos veces por día durante mucho tiempo, hasta que te parezca natural y enriquecedor equivocarte, entonces perderás el miedo y comenzarás a avanzar.
La gente que se ríe de nuestras equivocaciones u errores son los que viven dentro del autito sin riesgos, pero sin emoción, ni posibilidad alguna de triunfar en nada. Cuando digo "triunfar" no hablo de fama ni dinero, hablo de vivir esa vida que queremos, la que soñamos para nosotros. Piénsalo.
NO TE QUEDES MIRANDO LA VIDA, SAL DE TU AUTO Y CAMINA HACIA TUS SUEÑOS



INSTRUCTORADO DE GIMNASIA VERLER INTENSIVO 2017