domingo, 8 de mayo de 2011

EL MACHO INTERIOR

Siempre dije que si hubiese sido hombre sería millonario, haciendo lo mismo. No me sorprende y me entristece darme cuenta como las mujeres, en gran parte, sobrevaloran a los hombres y como subestiman a su  propio género desde las oportunidades más cotidianas hasta las más trascendentales. Aclaro que hablo en tercera persona, no porque no me considere una mujer, sino porque no me considero "inferior" ni "superior" al macho. Por ejemplo: si pides turnos con profesionales de la salud hombres, te darán en 30 o 60 días, pero con una profesional mujer te preguntan: ¿para cuando desea el turno?, queda claro que no tiene una cola de gente esperando por atenderse con ella. En un gimnasio las clases dictadas con hombres están llenas de gente, pero cuando las dicta una mujer sobra espacio. Los modistos, peluqueros, diseñadores, abogados, escribanos, ginecólogos, en todos los rubros los prefieren hombres. Hasta se vuelven más groseras a la hora de insultar a una mujer que a un hombre, como reafirmando que tenía que ser mujer para ser tan p.... , esto se puede ver y escuchar en la calle, en una reunión social, etc. Aumenta la vehemencia  a la hora de criticar e insultar a una mujer. El otro día, entra una paciente mía a mi consultorio hablando por su celular y escucho que dice: "ahora no te puedo atender porque estoy entrando al kinesiólogO, yo pensé que se habría confundido, pero luego, conversando, reafirma la teoría de que las mujeres son profesionales de inferior capacidad que los hombres ¿?. Tampoco dudan en abonar un disparate una consulta o un tratamiento a un profesional hombre, pero a una mujer ya es más difícil, subyace  un sentimiento subliminal de que valemos menos. ¿Por qué a las hijas mujeres las mamás les enseñan a limpiar y a los varones a divertirse y a triunfar?, ¿acaso la limpieza es inherente a la mujer?, odio esa actitud. Yo tengo un hijo y una hija y les enseñé que cada uno debe aprender a limpiar la mugre que genera, ya que ambos lo hacen, que no es una  obligación femenina, si todos ensuciamos pues "entre todos" lo solucionamos". A mi hijo le expliqué que  el día que elija a una señorita para compañera de vida no cometa el viejo error de transformarla en una sirvienta, porque entonces, con el tiempo, no quedará nada de aquella linda muchachita, y tendrá una mujer fea y muy malhumorada por la frustración. Te puedo seguir contando miles de ejemplos, pero lo más importante es que recapacitemos como mujeres que si no nos elegimos nosotras menos lo harán los varones, ni la sociedad en su conjunto. Hemos avanzado mucho, pero somos nosotras las que aún no nos damos el lugar que deseamos tanto.

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