Miles de sueños y proyectos vamos almacenando en el cesto de la frustración. Encontramos un sin fin de excusas para no intentar hacerlos, y gracias a ellas nos retorna la paz porque nos permite autoconvencemos de que no son posibles, hasta que de vez en cuando, en esos pequeños lapsos inoportunos de hiperconciencia, nos aflora del subconsciente la verdad que aparece sin permiso para intimarnos de un grito la única palabra que nos define: "cobarde". Nos vamos quedando quietos frente al entorno que nos desagrada, de brazos caídos sin más opción que justificar nuestra mediocre participación en la realidad que nos rodea y que supimos construir. Claro que sabemos, en el fondo, que si contáramos con una pizca de VALOR todo podría ser distinto. Por eso, cuando aflora esa verdad de las profundidades neuronales del cerebro, y antes de deprimirnos por aceptar nuestra cobardía, volvemos a hundir el mensaje a las profundidades del subconsciente llenando nuestro estómago con comidas ricas, o mareando a las inoportunas neuronas con alcohol, o tal vez con los efectos relajantes de la nicotina o las drogas. En fin, como dice el refrán: "más vale malo conocido que bueno por conocer", ¿y sabés por qué?, porque tenemos MIEDO, nos aterra la sola idea que por intentar cambiar las cosas estas se pongan más oscuras de lo que ya son, miedo, tenemos miedo....Después de todo una realidad gris no es tan malo como una negra, aunque nos quedemos eternamente sin saber como sería una de lindos colores, y todo por no intentarlo, si, por miedo....
martes, 21 de febrero de 2012
domingo, 5 de febrero de 2012
El día que conocí a Julio Bocca
Esta historia tiene más de 30 años. Yo estaba en una clase de ballet de Olga Ferri. Recuerdo hasta el paso que estábamos realizando: "el plié´". La clase había comenzado hacía unos 8 minutos. De pronto entra un niño desalineado, medio gordito y muy irreverente, se pone en la barra delante mío dejándome poco lugar para moverme, cosa que me molestó. Recuerdo que pensé: "¿y este quién se cree que es?", pero no pasó un minuto que lo vi moverse y supe que se trataba de alguien que sería un grande. No pude concentrarme más, el pequeño monstruo de 11 años capturaba las miradas de todos dejándonos con la boca abierta. Pasaron unos 4 años más de ese momento mágico donde lo vuelvo a encontrar. Era en un acto en el teatro Colón que se realizaba en el salón dorado como apertura del año o algo así, la cuestión es que mientras la directora del Instituto Superior de Artes del Teatro Colón no paraba de hablar, se escuchaba un ruidito molesto que venía del suelo, lo seguí con la mirada y ahí estaba, el pequeño genio sentado en el piso totalmente abstraído del mundo, mientras tarareaba una melodía movía sus manos marcando una coreografía. Así era Julio: autista, siempre en lo suyo. No pasó mucho tiempo en el que un amigo en común nos presentó. Él transcurría una adolescencia hormonalmente intensa, su cara llena de granos y su cuerpo, por entonces, poco agraciado se transformaban en un Dios Griego cuando bailaba, era algo increíble, imposible de describir, sólo los que lo vimos en esos años podemos dar fe de lo que digo. Yo lo espiaba bailar cada vez que podía, era un regalo a mi alma, parecía un ángel, todo le salía tan extraordinario que un día le pregunté: "¿vos te esforzás por ser el mejor?", y él me contestó: "lo que hacen los demás no tengo idea, no me importa, yo trato de ser el mejor de mi mismo, sino no bailo"...Bueno, éste fue el comienzo, luego seguiré contando. Quiero dejarlos pensar en la respuesta de un grande, y ojalá te ayude tanto como lo hizo conmigo. Porque en una sociedad en dónde todo está afuera de uno mismo ¡qué bueno es preguntarse!: Y yo, ¿soy el mejor de mi mismo?...
martes, 24 de enero de 2012
¿SER VIEJOS?
El otro día abro mi casilla de correo electrónico y me encuentro con dos "lindos" piropos procedentes de You Tube: "vieja chota" y "que vieja". Esto me hizo analizar mucho acerca de lo que significa "ser viejos" para mucha gente. La primera conclusión que saqué es que lo que significa no es nada bueno. ¡Les ATERRA el paso de los años!. Pero lo que me impresiona es que les de rechazo, asco, y que les sirva como un buen insulto. Todos sabemos que decirle "vieja" a alguien es una manera de insultar. ¿Qué nos ha pasado como sociedad para llegar a este tipo de mensajes y creencias?. Además: ¿cuándo se empieza a se viejo para esa gente, a qué edad?, porque si yo soy una vieja chota, que le queda a mi padre que cumple 80 o a mi esposo que tiene una docena de años más que yo?. Entonces recordé lo que una vez me dijo un director de teatro muy famoso, del que no revelaré su nombre para no hacerlo quedar como un ¿"viejo" verde?, me dijo que las mujeres después de los 30 son todas viejas...Además creo que no es un sentimiento compartido por las mujeres, de hecho nos encantan los hombres maduros, razón por la cual me hace pensar que es un sentimiento instalado por hombres misóginos, lo que me llama la atención es que sean tantos. Creo que las mujeres padecemos y recibimos el mensaje subliminalmente todo el tiempo, razón por la que reaccionamos saliendo a luchar "contra la vejez". Y mientras el mensaje continúe instalado en la sociedad nos será muy difícil que podamos resolver amistosamente el tema con nuestra vejez. ¿son los hombres, somos nosotras, son los medios de comunicación los que nos hacen saber permanentemente que solo cotiza en bolsa la mujer joven?. No se, no estoy segura. Pero lo que no concibo es el "rechazo" que les produce a mucha gente la vejez, y por cierto, ¡que esta comience a tan temprana edad!. La vida hoy en día puede durar un siglo, y si la sociedad nos rechaza por viejos a partir de los treinta ¿qué hacemos?, ¿nos desterramos como leprosos?. Por mi parte sepan que a mi NO me asusta mi vejez ni la rechazo en nadie, al contrario, creo que hay varias maneras de estar en la vejez, como hay varias maneras de estar en la juventud. Se puede tener una hermosa vejez o mostrar una espantosa vejez, de la misma manera que hay jóvenes hermosos que se cuidan, se valoran y cultivan en todo aspecto y hay otros que se abandonados y desperdician. En este momento de mi vida, que tanto esperé, estoy abocada a reivindicar a la "vejez" como un momento de grandes oportunidades, entre las que incorporo las de mostrarle al mundo que la vejez TAMBIÉN PUEDE SER HERMOSA física, mental, emocional, familiar y profesionalmente. Con una buena gimnasia corporal y facial, buenos hábitos alimenticios y sin adicciones nocivas se puede tener un físico y una cara "viejos" pero muy HERMOSOS. Yo no lucho en contra de ella, solo trato de extender mi juventud física, mental, espiritual y emocional para ir entrando "suavemente y lentamente" a esa transformación inevitable, pero manejable. Esto respecto a lo físico, básicamente. Pero respecto a lo intelectual, a lo mental, al conocimiento y a la sabiduría ME QUEDO Y ELIJO MI VEJEZ y NO A MI JUVENTUD. Para concluir: somos dos 50% en cada etapa: el físico y el mental al que le incluyo lo emocional y lo espiritual porque ambos son entrenables, educables y modificables con el tiempo, osea más mentales que físicos. Entonces ¿qué es más lindo o mejor: la juventud o la vejez?. Pensemos: la juventiu tiene su 50% físico más lindo, pero ¿lo sabemos, lo disfrutamos, lo aprovechamos?, NO ¿y sabés por qué? porque la juventud no tiene listo al otro 50% que es su mente para poder con ello, le faltan los años que le almacena el aprendizaje, el conocimiento y la sabiduría. La vejez, en cambio ya no tiene a su 50% físico 10 puntos, pero tiene su 50% mental 100 puntos.... Y con esto te dejo pensando. ¡Arriba el ánimo mis queridas Dorian Gray que los que nos insultan aún no alcanzaron su saber.
jueves, 19 de enero de 2012
ASÍ NACIÓ MI "VERLER"
Me cuesta rebobinar los hechos de mi vida y armar la secuencia del pasado. No tuve un marco afectivo apropiado para poder crecer sin dolor y sin tantas lágrimas. Pero lejos de querer hacer un tango trataré de contarles los hechos que me llevaron hasta aquí, un lugar que hoy disfruto mucho y que también me hace renegar. Una cosa para compartir es que en el camino de la vida vas aprendiendo que no existen las vidas color de rosa, y eso es muy bueno, porque cuando te das cuenta de ello ya no deseas la "suerte" de nadie. Es en ese punto en donde comienzas a aprender que ser feliz es relajarse y no olvidarse de disfrutar cuando las cosas están bien y transitar las dificultades en calma. Bueno, después de esta intro que me humaniza comienzo mi relato:
A los 22 años tomo una de las decisiones más trascendentes de mi vida: dejar de bailar. Algo golpea mi alma y decido abandonar el mundo de hadas y tules para formar parte del mundo común y cotidiano. Busqué trabajo pero no conseguía nada ya que NO SABÍA HACER NADA más que bailar. Así es como entro a trabajar en el único lugar que me abre las puertas: una fábrica textil. Trabajé de operaria unos años y en los últimos 2 de 5 terribles y durísimos años, realicé trabajos de oficina. Otro día les escribo con más detalles mi vida en la fábrica, porque no tiene desperdicio. Fue duro, algo así como descender al infierno, pero todos sabemos que para subir, primero hay que bajar. Me levantaba a las 3 de la mañana porque entraba a las 6 y para llegar tenía que tomarme 3 colectivos que me trasladaban a más de 2 horas de distancia de mi casa. Y a pesar de tardar otras dos horas o más en regresar, después de 9 horas de trabajo sentada en una máquina de cocer caliente que me hinchaban las piernas como batatas, yo sabía que si me "tiraba" en la cama al llegar a casa, jamás saldría de esa situación, asique me duchaba, me ponía linda, "color", "perfume" y trataba de seguir con mis sueños. Estudiaba teatro los Sábados y cuando podía pagarme las clases de danza lo hacía, pero estas eran muy costosas para una operaria textil, asique me las arreglaba con una silla que hacía de "barra" y en mi pequeño departamento alquilado comenzó a diseñarse lo que algún día sería mi profesión. Lo que hacía era muy bueno, mi cuerpo comenzaba a recuperar su forma estilizada, su tono, su gracia, etc. Pero a pesar de darme cuenta que estaba desarrollando algo que le haría bien a mucha gente, no fue tan rápido ni lineal el camino. De pronto sucede otro hecho que me lleva a tomar otra decisión crucial en mi vida: Berlusconi, sí el italiano, me elije para un personaje de una novela. Resultó que uno de los cientos de casting que hice en busca de trabajo como actriz llegó a Italia y fui una de las elegidas. Sin dudarlo me lanzo a la oportunidad y renuncio a la fábrica. "Manuela", la novela duró un año. Fue un año maravilloso, lleno de aprendizaje, de sueños, de luces, de maquillaje y también de angustias y sombras, por supuesto, nada es perfecto. Asique luego de trabajar a diario con famosos y consagrados como Grecia Colmenares, Jorge Martínez, Gabriel Corrado, Marita Ballesteros, María Rosa Gallo, etc., un día la magia llega a su fin y nuevamente me encuentro en otra encrucijada dura de la vida. Allí estaba sin trabajo y con muchas cuentas que pagar, entonces, ni quieta ni perezosa acudo a mi habilidad manual como "costurera" y me pongo a hacer muñecas de mimbre vestiditas de aldeanas con imán para las heladeras, también hice bijou, y salí a vender a la calle, hasta que un día la vida me cruza con un amor al que seguí sin dudar, otra encrucijada, otra decisión. Con él viví 1 año de princesa, tenía una bella casa, buena comida y un gran amor. Ya no trabajaba, estudiaba teatro y a pesar de moverme de canal en canal mi panorama actoral no se definía. Una noche negra, ese hombre que me había prometido amor eterno me dice: "quiero que mañana a la mañana te vallas". Para hacerla corta y para ir "redondeando" como decimos en TV, me encuentro viviendo nuevamente con mi madre, sin amor y sin dinero. Una noche triste en medio de un baño de inmersión en la pequeña bañadera y mirando al techo con los ojos llenos de lágrimas le pregunto a Dios en voz alta: ¿qué me estás pidiendo que HAGA que no te puedo escuchar?. La angustia me ahorcaba, mi vida era un vacío enorme, después de tanto no tenía nada. Entonces escucho una voz tan claro como el agua: "HACÉ LO QUE SABÉS HACER". De pronto lo entendí todo y salté de la bañadera como una tromba. Dios me acababa de conectar con mi camino. Esa noche supe que tenía un don, y no lo dudé, recordé a "mi silla" y mi gimnasia con técnica de barra en los tiempos duros de fábrica y el alma me volvió al cuerpo. Ese fue el principio. El resto lo dejo para otro momento. Pero no puedo dejar de contarles que la segunda buena noticia de esa noche fue que conocí a mi esposo, mi verdadero amor. Otra encrucijada...
Con el cariño de siempre a mis seguidores, Verónica Lercari
domingo, 18 de diciembre de 2011
EL TIEMPO, EL MEJOR REGALO
Si me preguntan ¿qué sería el mejor regalo para mi?, sin lugar a dudas diría: tiempo. El tiempo es el bien más preciado que tenemos y es lo que más malgastamos. Lo llenamos de discusiones, de problemas, conflictos, angustias, temores, juicios, envidias, frustraciones, críticas, etc. Nos olvidamos que en un segundo todo pasa a ser pasado. ¿Como nos ocupamos de administrar nuestro tiempo?, ¿de qué lo llenamos?, ¿cuánto tiempo ocupamos en hacer crecer los afectos, en estar con los seres que decimos amar?, ¿cuánto tiempo ocupamos en cultivar nuestro cuerpo emocional y espiritual?, ¿cuánto tiempo ocupamos en esas cosas que nos dan placer?, ¿cuánto tiempo ocupamos en hacer aquellas cosas que nos gusta?. Nos vamos convirtiendo en especialistas en ocupar el tiempo en boicotearnos y frustrarnos, en criticar a otros y no mirarnos a nosotros mismos, en mirar por la TV como "hacen" los otros y dejamos de "hacer" nosotros, en asustarnos y no avanzar hacia los proyectos que deseamos, en mirar la parte del vaso vacío y no la parte llena, etc. El otro día escuché una sugerencia que deseo compartir con ustedes. Resulta que una persona enferma le dice a un psiquiatra: "con la enfermedad que tengo no puedo hacer nada", entonces éste le preguntó: "¿qué hacés con tu tiempo?", y le aclaró: "poner toda tu atención y energía en algo que no podés cambiar como tu enfermedad es completamente estéril, pero si te ocupás de hacer cosas que te gustan, seguir con la vida, te sentirás mejor, porque el problema es qué se hace con el tiempo que tenés, si sólo mirás a tu enfermedad te convertís en una víctima y la vida es insoportable, lo importante es qué hacés con el tiempo que te ha sido dado". Esa última frase me pareció genial: ¿qué hacemos con el tiempo que nos ha sido dado?. Te dejo pensando, cada uno tiene una respuesta para ésta bella pregunta. Yo, por mi parte, estoy tratando de llenar mi tiempo de buenos momentos y futuros buenos recuerdos.
Lic. Verónica Lercari
domingo, 11 de diciembre de 2011
CON LAS PATITAS EN EL AIRE
La gran ocupación en mi vida es "aprender a ser feliz", y la gran preocupación es no lograrlo. Cuando miro mi vida me doy cuenta que me fue más fácil sentirme feliz estando en pareja que sin ellas. El otro día, en la soledad de mi auto y escuchando un programa de radio me sentí impactada por lo que un psicólogo dijo respecto a las personas en pareja: "hay individuos que necesitan del otro para sentirse bien y cada vez que vuelven a ellos se angustian, encuentran su felicidad en torno al otro". ¡Cuántas veces "armamos" un mundo con el otro, o los otros, que nos hace felices y nos da calma, y el día que nos dejan o se ausenta nos sentimos con las patitas en el aire, en un vacío tridimensional espantoso!. Esto me hace reflexionar en muchas cosas: ¿Tengo un mundo individual que me complete como persona sin necesidad del otro?. ¿Ese mundo, es capaz de hacerme feliz sin el otro?. ¿Podré vivir sin un otro, o tendré que salir siempre corriendo a buscar uno, como si estar conmigo fuese aterrador?. ¡Hay!, cuántas preguntas... Entiendo que al ser seres sociales necesitamos formar una "tribu" para vivir y "pertenecer" a ella. Los animales también tratan de pertenecer a un grupo. Pero lo peligroso es cuando dejamos de ser INDIVIDUOS dentro de un grupo o pareja, y nos transformamos en el paquete del otro, como si vaciáramos todo lo que tenemos dentro y lo llenáramos sólo del otro, "lo mío ya no importa, ahora me lleno de vos". O como un camaleón, que al tocar tierra roja se vuelve rojo y ya deja su color anterior, entonces, ¿de qué color es el camaleón?, ¿te lo preguntaste alguna vez?, ¿y tu, quién eres más allá del otro?, ¿Te gustas sin el otro?. ¿Serías capás de seguir el camino si de pronto tu otro u otros no están?. ¡Cuántas preguntas otra vez!. Bueno, aquí me encuentro en la vida, tratando de ser feliz con mi YO individual y tratando de ser feliz con mi GRUPO maravilloso. Porque también es importante que los integrantes de mi grupo sientan la hermosa "libertad" de elegir lo que quieren ser y hacer de sus vidas, y para ello es necesario que yo les permita y no les bloquee esa libertad, y eso lo logro únicamente si no tengo MIEDO de quedarme CONMIGO sola alguna ves o de vez en cuando. Y con este final podría iniciar otro tema que es "la castración", primero la de uno y luego, como no me banco castrada, entonces "castro" a todo el grupo para que no me abandonen, etc., etc., etc.
Gracias por dejarme compartir mi crecimiento personal con ustedes y si además los ayuda a pensar, misión más que cumplida.Verónica Lercari.
viernes, 9 de diciembre de 2011
"Quiero ser más alto, mamá"
La otra noche, cuando me disponía a acostarme, mi hijo de 16 años entra a mi cuarto y me dice: "no estoy creciendo desde que fuimos a Brasil y yo quiero ser más alto, ¿que puedo hacer?". Lo miré y vi un joven hermoso y recordé de inmediato el maravilloso mundo interno que tiene, como su música, su don para ser músico, su carácter, su humor, su corazón dulce y generoso, su sentido de justicia, su inteligencia, su simpatía, su belleza única e irrepetible, etc., etc., entonces le respondí: "¿y quién te dijo que ser alto te hace más valioso o más lindo o más exitoso o más querible?, las personas, Matías, brillan por lo que son internamente, por lo que irradian, por lo que dan, por la alegría que sienten por lo que hacen, se llega a ser feliz cuando hacemos lo que nos gusta y nada tiene que ver con la altura, la apariencia es un valor social, la sociedad impone modas y tipos de cuerpos y que luego modifica cuando se aburre de ellos, asique sería tonto tratar de operarse todo el tiempo para seguir la corriente, lo único que importa es lo que tenés dentro, que hagas en tu vida lo que te hace feliz, seguir tu propia corriente, se tú mismo, se quién quieres ser y te aseguro que no te faltarán personas que deseen estar contigo y amarte por lo que eres y no por tu altura, cuida a tu cuerpo tal como es, hacé ejercicios y mantenerse en peso, te da energía positiva y te mantendrá fuerte y contento. Yo tengo pechos muy pequeños y me siento hermosa, ¿y saben qué?, la gente me ve hermosa porque yo transmito lo que siento de mi". Finalmente mi hijo entendió rápidamente de lo que le estaba hablando y se tranquilizó sin dudarlo, "tenés razón" me dijo y se fue a dormir feliz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)