Un día descubrí que si lograba detenerme en el presente y mirarlo sin escaparme al pasado o al futuro, me sentía calma y todas mis emociones se serenaban. Y cuando digo "presente" no me refiero a una etapa presente de mi vida, sino literalmente a ese milisegundo que implica el presente objetivo: el aquí y ahora. Cuando estoy con mi cuerpo en el presente pero mi mente va por una dimensión paralela que salta del pasado al futuro, del recuerdo a los proyectos, me lleno de ansiedad. Lo peligroso de mirar el pasado es que si faltan los recuerdos lindos te pones triste; y lo peligroso de mirar el futuro es que te puedes llenar de miedo y ansiedad, como el miedo de perder a alguien, de quedarte solo, sin dinero, etc..Invertimos mucho tiempo pensando en lo que fue y en lo que tal vez nunca suceda, y nos perdemos LO ÚNICO que tenemos: el "presente". No lo vemos, pasamos por él todo el tiempo, pero no lo vemos. Es como caminar por un camino y poner la mente en imaginar cómo será el final del mismo, o en lo que sucedió antes de emprender la marcha, y no poder mirar nada de lo que sucede en el momento de caminar: no ver el paisaje, no sentir los pies, la brisa, etc. Recuerdo cuando daba los finales en la facultad, siempre rendía todas las materias en 15 días, el estrés era total. Además tenía las otras responsabilidades de mamá, esposa y empresaria. Entonces descubrí que si me aferraba con mente y cuerpo al absoluto presente podía relajarme y estar tranquila. Me levantaba bien temprano y hacía una lista de todo lo que tenía que hacer, así podía dejar de pensar en ello y concentrarme en cada cosa por vez. Lograba MIRAR solo lo que estaba haciendo a tal punto que el resto desaparecía, simplemente no existía, y así no me abrumaba. Cuando solo miro lo que hago y me detengo en el presente NO me asusto. ¿Y tu, qué miras en tu vida?.
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