Esto me hizo recapacitar en lo siguiente: hay muchas entidades que protegen los derechos del cliente, los derechos del empleado, etc., pero no conozco ninguna que proteja los derechos de los que brindamos un servicio ni los derechos del que genera trabajo, ni los derechos del comerciante. Si un cliente me maltrata me las tengo que aguantar y si un empleado lo hace o me roba o falta sin aviso, etc. tenga las pruebas que tenga, siempre saldrá favorecido ante un juez. En fin.
A estas alturas de mi vida, declaro que no me sobra ni plata ni clientes, pero el único derecho de admisión que, se supone tengo, lo voy a usar, con suerte, porque también te denuncian por discriminación aunque ellos te maltraten y te digan cosas discriminatorias. Así estamos...
A mí me enseñaron que el cliente siempre tiene razón. Hoy me lo cuestiono. ¿La tiene, siempre?, mmmm....
Moraleja: mientras lo das todo sos divina, cuando no podés son una mi--da.
Abraza a tus afectos y amate lo suficiente para que estas cosas no te desestabilicen.
Tú sabes quién eres, no lo olvides.
Verónica Lercrai
hola Vero,...es una lastima que las personas hablen desde su enorme que ego,sin ponerse en el lugar del otro, pobrecitos de ellos...se pierden tantas cosas lindas de la vida gastando su tiempo en desmerecer al otro. Fuerza a vos y a funny, !! besos!
ResponderEliminarGracias, pienso igual, a mi no me hacen daño, se lo hacen a ellos.
ResponderEliminarLamentablemente es verdad,y más cuando se acostumbran que siempre das el dia que no puedas...sos la mala.beso Veronica
ResponderEliminarEsa es la gente que se cree el centro del mundo, tienen que aprender lo que significa la humildad y el respeto al prójimo. La vida da muchas vueltas ... eso nunca falla ...
ResponderEliminarLeo esto hoy y lamento que la gente no sea tolerante,empática y comprensiva Con quienes le ofrecen un espacio de aprendizaje y evolución física y espiritual. Un gran abrazo Verónica.
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