domingo, 5 de febrero de 2012

El día que conocí a Julio Bocca

Esta historia tiene más de 30 años. Yo estaba en una clase de ballet de Olga Ferri. Recuerdo hasta el paso que estábamos realizando: "el plié´". La clase había comenzado hacía unos 8 minutos. De pronto entra un niño desalineado, medio gordito y muy irreverente, se pone en la barra delante mío dejándome poco lugar para moverme, cosa que me molestó. Recuerdo que pensé: "¿y este quién se cree que es?", pero no pasó un minuto que lo vi moverse y supe que se trataba de alguien que sería un grande. No pude concentrarme más, el pequeño monstruo de 11 años capturaba las miradas de todos dejándonos con la boca abierta. Pasaron unos 4 años más de ese momento mágico donde lo vuelvo a encontrar. Era en un acto en el teatro Colón que se realizaba en el salón dorado como apertura del año o algo así, la cuestión es que mientras la directora del Instituto Superior de Artes del Teatro Colón no paraba de hablar, se escuchaba un ruidito molesto que venía del suelo, lo seguí con la mirada y ahí estaba, el pequeño genio sentado en el piso totalmente abstraído del mundo, mientras tarareaba una melodía movía sus manos marcando una coreografía. Así era Julio: autista, siempre en lo suyo. No pasó mucho tiempo en el que un amigo en común nos presentó. Él transcurría una adolescencia hormonalmente intensa, su cara llena de granos y su cuerpo, por entonces, poco agraciado se transformaban en un Dios Griego cuando bailaba, era algo increíble, imposible de describir, sólo los que lo vimos en esos años podemos dar fe de lo que digo. Yo lo espiaba bailar cada vez que podía, era un regalo a mi alma, parecía un ángel, todo le salía tan extraordinario que un día le pregunté: "¿vos te esforzás por ser el mejor?", y él me contestó: "lo que hacen los demás no tengo idea, no me importa, yo trato de ser el mejor de mi mismo, sino no bailo"...Bueno, éste fue el comienzo, luego seguiré contando. Quiero dejarlos pensar en la respuesta de un grande, y ojalá te ayude tanto como lo hizo conmigo. Porque en una sociedad en dónde todo está afuera de uno mismo ¡qué bueno es preguntarse!: Y yo, ¿soy el mejor de mi mismo?...

5 comentarios:

  1. Cignoli María Celeste6 de febrero de 2012, 0:38

    Gracias Veronica por compartir este momento tan lindo que te tocó vivir y ver con nosotros un abrazo grandisimo y hasta siempre

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  2. Qué pena que hayas rechazado tan tajantemente mi pedido de entrevista para la biografía "Julio Bocca, la vida en danza", hace unos años... Esta anécdota es hermosa.

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  3. En ese momento no estaba preparada para "contar" sin dejar que se escapen intimidades que solo Julio deberá decidir contar o no. Tuve miedo de no poder ver la línea entre la ética y una traición, cuando se tiene en las manos tantos recuerdos y secretos no es tan simple evitar que se nos caigan al suelo dejar al desnudo a quién alguna vez puso en ellas su confianza. Hoy estoy mas segura de lo que podría contar y de lo que debo guardar por siempre. En aquel entonces elegí ser amo de mi silencio y no arrepentirme de ser esclavo de mis palabras. Espero haber sido "tajante", la próxima me ganaré un adjetivo mejor.
    Vero

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  4. Que hermoso tu relato..tuve la dicha de ver bailar a Julio algunas veces..y no me voy a olvidar jamás de ese regalo para mi...Tambien tuve el placer de conocerte en tu estudio..hace muchos muchos años..sos hermosa persona y mujer..Gracias x la gimnasia VerLer..(mará como será q te busque x internet xq guardo esa unica clase como un tesoro) ..Un beso, Lourdes

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